Vaginesil o “mujer: la culpa es tuya”
Supongo que todo el mundo se habrá encontrado alguna vez con el anuncio de Vaginesil. Para los que no hayan tenido el gusto, es este:
Vaginesil es un lubricante para contrarrestar la sequedad vaginal en los casos en los que por una causa u otra no se consigue que sea suficiente. Ahora bien, ningún problema con el producto, pero el anuncio banaliza y simplifica demasiado las posibles causas de esa lubricación insuficiente.
Las causas pueden ser de lo más variadas, el momento del ciclo menstrual, pastillas anticonceptivas, medicamentos varios… pero también puede darse debido a una estimulación inadecuada, problemas de pareja, situación psicológica…
En algunos casos el uso de Vaginesil puede ser indicado, pero en otros el hecho de usarlo es un mero parche que solamente aplaza la solución real del problema.
Me imagino la situación, una pareja (Pepa y Pepe) que tiene problemas relacionales moderados porque a ella le molesta la penetración y por ello (naturalmente) le baja el deseo y en consecuencia la frecuencia de los encuentros (otro día hablaremos de la posibilidad de encuentros sin coito).
Pues bien, están cenando, viendo la tele y sale el anuncio lleno de mujeres radiantes y cómplices que de repente han empezado a desear relaciones que antes rehuían, como por arte de magia, con la sonriente estocada final de “sólo depende de ti”. La presión que debe sentir Pepa por sentir molestias en la penetración, cuando realmente la solución es tan simple como una pomada, debe ser inmensa. Además, toda la responsabilidad recae sobre ella, como si él no formara parte de la díada de la pareja, así que para Pepe tampoco es demasiado halagueño ya que le quita la importancia que tiene.
“Sólo depende de ti”, no es mal eslogan si lo entendemos como que hay una solución, ¡porque posiblemente la haya! Pero debe pasar por decidirse a ver a un profesional para evaluar el por qué de esas molestias y el tratamiento más adecuado. A menudo no es tan sencillo como una pomada, pero tampoco significa que el tratamiento vaya a ser molesto.
Un buen profesional intentará que el tratamiento ocurra con la menor molestia posible para la mujer y que la solución se mantenga en el tiempo. Y cuando sea posible se trabajará con ambos miembros de la pareja, ya que forman un sistema y se influyen mutuamente, por lo que pueden apoyarse mutuamente aumentando así la probabilidad de mejora.
Si os encontráis ante esta situación, haceos un favor y acudid a un profesional, seguramente os podrá ayudar.
Ya sabéis, “sólo depende de vosotros“