Otros consejos anti violación
Posiblemente hayáis visto estos días la campaña del Gobierno con 10 consejos para evitar violaciones que está rondando por las redes sociales. Si no la habéis visto, la tenéis aquí.
Sinceramente: Algunos consejos son lógicos y muchos otros rozan el absurdo. Los más útiles como mucho estarán bien para evitar situaciones potencialmente peligrosas, pero hay una cosa que salta a la vista: están todos dirigidos a las mujeres y no hacen más que limitar su libertad de acción. Si no recordamos mal, en una violación en general hay por lo menos dos personas implicadas, y en general son un hombre y una mujer. Sí, hay violaciones que se salen de este patrón (violación por persona del mismo sexo, o de mujer hacia hombre), pero la gran mayoría se adaptan a este patrón. Volviendo a lo que decíamos, estos consejos cometen el mismo error de siempre: culpabilizar/responsabilizar a la mujer por haber sido violada. ¡Recordemos que es la parte que ha sufrido una violación! Ha sido violada pero claro, por culpa suya. Y realmente puede que haya tonteado con su violador antes, puede que fuera vestida de forma “provocativa”, para verse guapa o simplemente porque hiciera calor; pero en ningún caso eso debe quitar peso al hecho de que haya sido violada, agredida en lo más íntimo. Recordemos el estrafalario caso de un juez que le rebajó la pena a un violador porque la víctima llevaba vaqueros y según su criterio, estos pantalones solamente se pueden quitar con consentimiento de la víctima. Hasta esos extremos absurdos se puede llegar para culpabilizar a la víctima.
Recordemos también que los hombres no salimos mucho mejor parados de esto, volvemos a la imagen de que somos animales irracionales que no somos capaces de controlar nuestros instintos una vez nos hemos excitado. Yo, personalmente, quiero pensar que no somos así. Somos seres deseantes, claro, pero también racionales. Sabemos ver las consecuencias de nuestros actos y podemos tomar decisiones basadas en ellas. Y lo más importante, se supone que somos seres empáticos. Entendemos el dolor y el sufrimiento de otras personas y somos capaces de ponernos en su piel. Tomando en cuenta todo esto, la decisión de no violar debería ser obvia.
Por ello, un grupo de personas pensantes y creativas han elaborado un decálogo para evitar violaciones dirigido hacia la otra parte, sobre la que realmente habría que incidir: el violante. Hay momentos que parecen casi cómicos y exagerados, pero realmente lo único que hacen es poner un espejo, reconocer que los consejos hacia las víctimas no son terribles, pero el consejo (ojo, por ley es una obligación) realmente simple sería ese: NO VIOLAR!!

Siendo realistas, siempre habrá personas que violen, al igual que siempre habrá personas que roben y asesinen, pero lo que podemos hacer es intentar que los números se reduzcan al mínimo. Para acercarnos a ese objetivo, que más personas vean obvia la decisión de no violar a otra, una opción real y útil es la educación sexual transversal de calidad y desde edades tempranas. Una educación sexual que nos hable de las posibles diferencias entre los sexos como un valor, que nos ayuden a entender la sexualidad como una parte sana, y sobre todo, nos enseñe a convivir en un ambiente de respeto y aprecio mutuo. Cuando empecemos a hacer educación sexual desde edades tempranas y en positivo, estaremos avanzando en la dirección correcta.